El lunes por la tarde se llevó a cabo una manifestación en la capital libanesa, Beirut, convocada por una coalición de periodistas y activistas. La protesta tuvo como objetivo denunciar las repetidas violaciones del territorio libanés por parte de Israel, que han persistido tras el reciente acuerdo de alto al fuego. Una de las principales exigencias de los concentrados fue la liberación de los ciudadanos libaneses que permanecen detenidos en prisiones israelíes.
La marcha dio inicio al mediodía en el distrito de Hamra, partiendo desde las inmediaciones del edificio de Fransabank, cercano al Banco Central del Líbano. El evento congregó a decenas de participantes, entre los que se encontraba el activista recientemente liberado Georges Abdallah, así como diversas personalidades de los ámbitos político, intelectual y mediático.
Los manifestantes, que recorrieron la calle Hamra, portaban banderas del Líbano y de Palestina, además de pancartas de varios partidos políticos. En sus carteles condenaban las continuas acciones militares israelíes en el sur del Líbano, afirmando que ninguna comunidad sectaria está a salvo de estos ataques. La movilización estuvo acompañada por altavoces que difundían himnos entusiastas.
Entre consignas, los participantes enfatizaron la necesidad de mantener una resistencia para contrarrestar la ocupación y liberar el territorio libanés. Asimismo, expresaron su solidaridad con el Ejército Libanés.
Entre otras demandas, se instó al Estado libanés a tomar medidas serias e inmediatas para garantizar la retirada israelí de los territorios ocupados del sur y para iniciar la reconstrucción de las zonas dañadas.
Durante el acto, el activista Georges Abdallah pronunció un discurso en el que sostuvo que la identidad nacional depende del apoyo inquebrantable a lo que denominó "el fusil de la resistencia", al que describió como el principal garante de la soberanía libanesa. Hizo un llamamiento a una mayor participación ciudadana en este tipo de movilizaciones, señalando las recientes agresiones israelíes en las zonas de Dahiya y Sidón como una motivación urgente.
Abdallah también subrayó que enfrentar la normalización con Israel es un primer paso necesario para la defensa nacional. Manifestó su confianza en que los movimientos populares lograrán superar las presiones hacia la normalización. Calificó a Israel como representante de "la barbarie del fascismo" ante los ojos del mundo y elogió a la "Resistencia Islámica" como una fuerza fundamental en la construcción de un "estado nacional de resistencia", rindiendo homenaje al líder mártir Haitham al-Tabatabai como pilar de la identidad nacional.
La protesta sirvió también para condenar enérgicamente lo que los manifestantes perciben como una injerencia estadounidense en los asuntos internos del Líbano, y para rechazar las continuas acciones militares israelíes, que incluyen violaciones diarias, arrestos de ciudadanos libaneses y la destrucción sistemática de aldeas fronterizas.