El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, señaló que el enemigo israelí solía llevar a cabo las masacres del martes y el miércoles, un medio civil utilizado por grandes segmentos de la sociedad en el mundo, no solo por nosotros.
Nasrallah dijo que el enemigo atacó a los portadores de los artefactos sin importarle los lugares de su campaña, y agregó que como resultado de esta agresión, decenas de mártires, incluidos niños, mujeres y civiles, murieron y miles resultaron heridos.
Nasrallah agregó que el enemigo quería atacar al grupo Baiger, sabiendo que su número supera los 4.000 dispositivos, y se supone que se distribuye entre los hermanos y hermanas jóvenes de Hezbolá en varias unidades e instituciones, explicando que el enemigo estaba matando deliberadamente a 4.000 personas en solo un minuto en Baijer, independientemente del número de aquellos que podrían ser asesinados en su entorno en el hospital, la farmacia, el mercado, el hogar y el automóvil.
Sayyed Nasrallah señaló que la intención del enemigo también era matar a unas mil personas en el bombardeo de radio, y dijo que el enemigo quería matar al menos a 5.000 personas en dos minutos, sin importarle ningún oficial, y también tendrá en cuenta que incluso si están heridos, el estado de confusión que prevalecerá y la capacidad de los hospitales para acomodar a estos heridos, "muchos de estos heridos morirán.
Nasrallah dijo que lo ocurrido fue una gran operación terrorista y genocidio, y agregó que las masacres del martes y el miércoles se suman a las masacres del enemigo en todo el conflicto con este enemigo desde su creación.