El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, dijo que "la intención del enemigo israelí para llevar a cabo los ataques es matar a 5.000 personas a la vez", pero subrayó que "la misericordia y la bondad de Dios contribuyeron a reducir las pérdidas".
En un discurso sobre los recientes acontecimientos en el Líbano, Nasrallah explicó que muchas de las bajas fueron menores, y que "los grandes esfuerzos de la comunidad y de los equipos de socorro contribuyeron a frustrar los objetivos del enemigo, que planeaba matar a cinco mil personas".
"Hezbolá ha formado múltiples comités de investigación para estudiar las circunstancias de los atentados, y hemos llegado a una conclusión semidefinitiva, pero todavía necesitamos algo de tiempo para confirmar este resultado", dijo Nasrallah.
Consideró que la agresión israelí es un golpe importante y sin precedentes para el Líbano, que es un golpe severo, pero esta es la naturaleza del conflicto, señalando la superioridad tecnológica de la que goza la ocupación con el apoyo estadounidense.